El primer amor

En la antigüedad, en la isla de Hawaiki (el antiguo nombre de Raiatea) vivía Hotu Hiva, la hija de Tū tapuari’i, un líder de las Islas de Sotavento. Esta joven princesa tuvo desde su infancia como compañero de juegos un niño de su edad llamado Teaonuimaruia.

Unos años más tarde, el padre de Hotu Hiva anuncia a su hija que ha elegido como su marido a un gran jefe de Raiatea. Ambos van a Raiatea para las presentaciones. Pero una vez en la isla, Hotu-Hiva languidece y se enferma. Muchos curanderos se sucedieron buscando curarla, pero fue en vano. La niña les dijo:

“No es mi cuerpo, es mi pensamiento el que está enfermo”.

Hotu hiva huye escondida en un pahu.

El corazón de Hotu Hiva está en otra parte, se inclina hacia Teaonuimaruia. Al no aceptar este matrimonio forzado, la princesa huyó de su isla por la noche, escondida en un pahu, un gran tambor.

El viento mara’i sopla durante dos días y dos noches y empuja su frágil barco a la isla de Bora Bora. Luego, el viento To’erau roa se eleva y, llevado por el dios del mar Ruahatu, el barco llega a la isla de Huahine. Hotu Hiva llega exhausta (manunu), lo que dio nombre al marae donde desembarcó.

El amor del dios Tane.

Hotu-Hiva va discretamente en busca de su amigo Teaonuimaruia, sin revelar su identidad por temor a alertar a los guerreros de su padre. Sin embargo, ella participa en una fiesta en honor al dios Tane (el dios del amor y guardián del paraíso eterno). Ella seduce a la multitud que está literalmente hechizada por esta hermosa vahine. Incluso el dios Tane se enamora de la princesa y aparece en forma de ave sagrada.

Despreciada por su marido

Advertido de la llegada de una joven muy bella a la isla, el jefe de distrito de Maeva encarga a dos príncipes guerreros que se la lleven. Él la toma por esposa pero entiende muy rápidamente que ella amaba a otro. A pesar de esto, la entrega todas las noches a un hombre diferente a quien él designa.

Amor encontrado

Finalmente, un día, llega la liberación, cuando su amigo de la infancia Teaonuimaruia la reconoce y descubre su triste situación. Mata al jefe de distrito de Maeva y se casa con su amada Hotu Hiva. Su unión sella la unificación de la isla e inaugura la dinastía de Te pa’uihauroa. Tuvieron cuatro hijos. Luego, Teaonuimaruia muere y Hotu-Hiva se casa con un jefe de la isla de Matahiva (Mataiva) y da a luz a otros cuatro hijos. Estos ocho niños dividieron la isla de Huahine en ocho distritos sobre los cuales gobernaron.

Fuente: Tahiti Heritage con información de FARE POTE’E  Maeva Huahine http://www.farepotee-maevahuahine.com/
Illustration © Bobby : légende de Hotu Hiva, 
Traducción de Reo Tahiti México