Huahine, la isla de la mujer, la isla de las mujeres, tiene varias leyendas, incluida esta.

Había una vez en Raiatea, una hermosa joven llamada Hina. La madre naturaleza le había dado todo: gracia, belleza, inteligencia y amabilidad.

Un día, Hina conoció a un joven pescador de quien se enamoró, y con quien se comprometió sin demora y anunció la fecha de su matrimonio.

Su prometido le ofreció un magnífico regalo: un maravilloso collar de perlas de perfección y tamaño nunca antes conocido en la Polinesia. Totalmente negras, brillaban con mil ráfagas en el cuello de la hermosa mujer que juró nunca desprenderse de este collar.

Hina se sintió muy conmovida por este gesto y tan maravillada que decidió llevar este collar apartir del día en que se realizara su unión. Mientras tanto, ella lo tenía vigilado por guardías día y noche.

Un día, durante una audiencia dada a sus súbditos, Hina rechazó la petición de Hiro, el rey de los ladrones, porque le parecía injustificado. Hiro, que era uno de los pretendientes de Hina, se sintió humillado y lleno de odio y rabia hacia ella. Para vengarse, tomó la joya bien guardada de Hina y se fue a Huahine.

Cuando le dieron la noticia, la reina sintió una gran tristeza y rápidamente adivinó quién estaba detrás de esta acción abominable: el terrible Hiro.

Decidió lanzar el más impresionante de sus perros, una bestia de extraordinaria fuerza. El animal se dirigió hacia el borde del agua, ya apuntando con el hocico hacia Huahine, donde Hiro se creía seguro. Había escondido el collar debajo de una piedra impresionante, pensando que nadie sería lo suficientemente inteligente. para encontrar su escondite.

No contaba con la gran bestia de la reina quien rápidamente encontraría el lugar exacto donde estaba el hermoso collar. Muy rápidamente, el perro se detuvo frente a la roca donde Hiro había escondido la preciosa joya y, como para marcar el lugar preciso donde se escondía el tesoro, puso su pesada pata sobre la piedra.

Esta huella le permitió a Hina recuperar la posesión de su collar y casarse, como debería, con su amado novio.

Fuente: Contes et légendes de Polynésie. North Star Ed.
Traducción: Reo Tahiti México