Durante la temporada del Heiva se lleva a cabo una ceremonia muy importante para los polinesios. Esta tradición es única en su clase ya que permanece sin cambios desde hace más de 60 años: se trata de una caminata sobre piedras calientes.

El punto de partida es el umu tī, que consiste en hornear raíces de tī (auti, cordyline) en un horno tradicional, ahimā’a, para protegerse contra la temporada de sequía (matari’i i raro), que dura de mayo a noviembre. Así cocinados, los tubérculos de Tī podrían mantenerse durante largos meses, permitiendo a la población enfrentar la hambruna.

En algunas islas polinesias, la marcha sobre el fuego precedía a la cocción de tī. Esta caminata ayudaba a verificar la presencia de dioses, ya que se decía que se retiraban durante matari’i i raro. Si el tahu’a (sacerdote, experto) lograba pisar las piedras calientes del horno sin quemarse, significaba que todavía tenían el mana (poder) necesario para cocinar con éxito el tī.

Actualmente, el ritual es preparado por el Tahu’a Raymond Teriierooiterai Graffe y su familia, hace ya algunos años la ceremonia es oficiada por su hijo, Ario’i.

(…) “La primera operación que tenemos que hacer es sacar las piedras mucho antes de la fecha fijada para permitir que los antepasados ​​respiren de nuevo. (…) El segundo paso es la selección de nuevas piedras y su preparación.

Raymond Teriierooiterai Graffe

La selección de las piedras se realiza a partir de los estudios arqueológicos sobre los ahimā’a de Graffe: se eligen por su tamaño, textura y tipo, por sus propiedades para retener el calor, etc.

La fecha es fijada a partir del calendario lunar polinesio, en el que habría que elegir las noches benéficas para este ritual:

“Desde finales de mayo, hemos entrado en la temporada de matari’i i raro, que es el período de “hambruna”: Los dioses han vuelto a descansar mientras esperan el nuevo período de matari’i i ni’a (de abundancia). Vamos a apelar a los dioses, para que vengan especialmente para la caminata de fuego. Hoy, ya no vemos el período de hambruna, con las importaciones. Pero antes, existía. Llevamos a cabo todo un ceremonial para traer a los dioses, la población elige con nosotros los tubérculos en las colinas de las montañas. Se cocinan durante tres días después de que el fuego ha comenzado, luego se distribuyen a la población. Es una buena comida antes de que regrese la abundancia “.

Raymond Teriierooiterai Graffe

La ceremonia es preparada por toda la familia y hermanos, primos y sobrinos conocen el ritual. Actualmente es oficiada por el hijo del Tahu’a

“Desde que era pequeño, he participado con mi papá y continuaré. Es la cultura, y es el único evento cultural que no se ha convertido en folclore. Toda la familia viene a ayudarnos. En este sitio, siento un poder. Me enorgullece continuar esta ceremonia porque es la única de su tipo que aún existe en el Pacífico. Nadie más en el mundo puede hacerlo “

Ario’i Graffe

La ceremonia de caminar sobre el fuego comienza con danza, luego el sumo sacerdote entra en escena “barriendo” las piedras con hojas de auti sagrado. Luego se invita a los discípulos a cruzar las piedras calientes y así purificar su cuerpo y mente.

El fuego es un elemento destructivo y transformador que tiene beneficios para los humanos, explica Raymond Teeriierooiterai Graffe. La energía adquirida durante este viaje en las brasas se transmite en nuestra vida diaria y en nuestro entorno.

En principio, esta experiencia no conlleva ningún riesgo, siempre que sigan las reglas: no estar bajo la influencia del alcohol desde un día antes, las mujeres que están menstruando pueden asistir a la ceremonia pero no deben pasar por el horno, y una vez empezada la caminata no pueden darse la vuelta y regresar.

Caminar sobre el fuego es la única forma de cultura polinesia que nunca ha sido distorsionada por Occidente. Según la familia Graffe.

Información y fotografía de Tahiti Heritage.
Testimonio de la familia Graffe de la entrevista de TNTV.
Traducción y redacción en español: Reo Tahiti México.