Kairarua, secuestrada por los mokorea

El pequeño motu (isla) Akega, ubicado en la costa suroeste del atolón Hao, era el lugar de reunión de Tara, un joven de Vainono, el antiguo pueblo de Gake, con una Mokorea. Los Mokorea, son los habitantes del inframundo que a veces vuelven a la tierra a través de agujeros en el coral “koko”, como el de la laguna, no muy lejos del motu Akega.

En el mundo de Mokorea

Kairarua era una mujer que vivía en Otamaru al norte de Hao. Un día pescando en el arrecife costa afuera, en lugar de “nohoraga tapairu”, conoció a dos Mokorea. Parecían humanos pero tenían pelos largos que caían hasta la planta de los pies y unas uñas muy largas que servían como arpones para pescar peces. Miraron a la mujer Kairarua, la atraparon, huyeron con ella, y después de bucear, la llevaron a los agujeros del arrecife (koko).

Esta mujer sintió sus pies tocar el suelo. Las Mokorea y Kairarua caminaron, luego llegaron a un lugar, donde ella vio a muchos seres idénticos a los dos primeros. El nombre de esta tierra era Vaiari. Había cocoteros y los cocos eran rojos, además de copra (pulpa de coco). Esta mujer se quedó allí mucho tiempo.

En este mundo subterráneo habitado por Mokoreas, cuando las mujeres estaban embarazadas y listas para dar a luz, la costumbre era abrirles el vientre para sacar al niño. Cuando Kairarua se dio cuenta de esto, dijo: “No lo hagas así, te diré como hacerlo a mi manera, las ayudaré a dar a luz”. Y Kairarua ayudó a dar a luz a una mujer que estaba lista para ser destripada para el parto. Funcionó, como se hace arriba en la tierra. Cuando los habitantes de las tierras bajas conocieron esta forma de dar a luz, la adoptaron, y las mujeres de este lugar le agradecieron a Kairarua.

La copra roja como prueba de la existencia de los Mokorea

Había muchos recursos en esta tierra para la alimentación: taro, plátanos, cocoteros, maiore (uru) y todas las especies de plantas nativas comestibles. En este país, la gente no comía alimentos cocinados; todo lo comían crudo.

Pero Kairarua no había olvidado la tierra de arriba. Ella tuvo la idea de huir en secreto e inmediatamente buscó una forma de escapar y de ver el mundo iluminado de arriba. Se las arregló para llegar a la tierra, y para demostrar que existía una tierra debajo de la isla de Hao, llevo consigo el coco rojo, y muchas personas mayores eran conscientes de las historias y al ver sus ojos y la copra roja fue suficiente para probar la existencia de otra tierra.

Los habitantes de este lugar se llamaban Mokorea; eran personas muy altas, cubiertas de pelo y con uñas muy largas.

Se cree que hay tierras habitadas por personas bajo las islas Paumotu. Puede haber riquezas en este lugar que se encontrarán algún día. Puede ser esta tierra la base de donde surgen estas islas. Hasta ahora, ha habido personas de este tipo que a menudo venían de este lugar; solo que nunca hemos podido atraparlas.

Esto es lo que algunos ancianos de nuestro mundo han escuchado y nos lo transmitieron.

Fuente: Eugène Caillot , Mythes, légendes et traditions des Polynésiens, Paris 1914, p 57 à 60. En TahitiHeritage.com
Traducción de Reo Tahiti México